21 de Septiembre, día Mundial del Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es el tipo más habitual de demencia y tiene una prevalencia alrededor del 6% en personas mayores de 70 años en nuestro país.
Las primeras células que se dañan en el cerebro son las del hipocampo, una parte asociada al aprendizaje. Por este motivo la pérdida de la memoria, principalmente la dificultad para recordar información recibida recientemente, suele ser el primer síntoma de la enfermedad.
Pérdida de memoria, el síntoma principal:
En esta enfermedad existen problemas de memoria, de razonamiento y de conducta. En etapas iniciales, los síntomas de la demencia suelen ser leves pero a medida que la enfermedad provoca más daño al cerebro, éstos empeoran.
A medida que envejecemos, nuestro cerebro cambia, y podemos tener problemas esporádicos para recordar determinados detalles. Sin embargo, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias causan pérdida de la memoria y otros síntomas lo suficientemente graves como para interferir en la vida cotidiana. Estos síntomas no son una parte natural del envejecimiento.
Además de la pérdida de la memoria, los síntomas de la enfermedad de Alzheimer incluyen:
• Problemas para realizar tareas que antes resultaban sencillas.
• Dificultad para resolver problemas.
• Cambios de ánimo o en la personalidad; distanciamiento de los amigos y los familiares.
• Problemas en la comunicación escrita u oral.
• Confusión de lugares, personas y eventos.
• Cambios visuales, como problemas para comprender imágenes.
Factores de riesgo:
• La edad es el principal factor de riesgo. La mayoría de las personas con Alzheimer tienen 65 años o más.
• Genética: El gen APOE-e4 es el gen de riesgo más común asociado con la enfermedad de Alzheimer; se estima que contribuye en aproximadamente un cuarto de los casos de la enfermedad.
• Factores de riesgo cardiovasculares; tabaquismo, obesidad, diabetes, niveles altos de colesterol y presión arterial en la mediana edad.
• La educación y la enfermedad de Alzheimer: No existe una razón clara para esta asociación, pero algunos científicos creen que más años de educación formal pueden contribuir al aumento de conexiones entre las neuronas, lo que permite que el cerebro utilice rutas alternativas de comunicación neuronal cuando surgen los cambios relacionados con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
• Lesión cerebral traumática: golpes en la cabeza, lesiones en el cráneo que causen pérdida del conocimiento, accidentes automovilísticos o personas que sufren lesiones cerebrales en reiteradas ocasiones (atletas, personas en combate, ect).
Factores de protección:
• Dieta mediterránea.
• Acido fólico.
• Estatinas.
• Niveles educativos elevados.
• Ingesta leve de alcohol.
• Mantenerse intelectualmente productivo.
• Ejercicio físico (de moderado a intenso).
¿Cómo diagnosticamos la enfermedad de Alzheimer?
No tenemos una prueba diagnóstica para determinar si una persona tiene la enfermedad de Alzheimer. El diagnóstico requiere una valoración médica completa, incluyendo análisis de sangre, pruebas de estado mental y pruebas de imágenes del cerebro como resonancia magnética (RM), tomografía computerizada (TC) o tomografía por emisión de positrones (PET). Éstas sirven para descartar otras causas, como hemorragias, tumores cerebrales o accidentes cerebrovascular y establecer un valor de referencia sobre el grado de degeneración.
Tratamiento:
Actualmente no hay tratamientos disponibles para retrasar o detener el daño cerebral que provoca la enfermedad de Alzheimer pero existen medicamentos que pueden ayudar a mejorar los síntomas de la demencia en algunas personas. Estos medicamentos funcionan aumentando los neurotransmisores en el cerebro.
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